¿ES POSIBLE QUE UN NIÑO SEA INCAPAZ DE DAR Y RECIBIR AMOR?

Según la opinión de algunos psicólogos, es posible, sin embargo yo pienso que todo se puede arreglar en esta vida y que cualquier niño por grande que sea la mochila con la que llega a una familia puede querer y ser querido, solo es necesaria muchísima paciencia y constancia por parte de los padres, y de todo el entorno.

Las familias que nos decidimos por este tipo de paternidad debemos de tener muy en cuenta que nuestros hijos son especiales en algunos aspectos y algo más débiles que los demás en según qué capítulos de sus vidas.

El hecho de que recientemente haya salido a la luz el abandono de 72 niños por parte de sus familias adoptivas nos lleva a pensar en varias cosas. ¿Es culpa de las familias, que no estamos bien preparadas para el desafío que supone adoptar un niño?, ¿es culpa de los profesionales, que dan la idoneidad prácticamente a todas las familias que presentan la solicitud?, ¿es culpa de los niños que no son capaces de adaptarse a su nueva vida?

Y porque pensar así, porque no pensar en evitar nuevos abandonos, yo creo que es un poco culpa de todos, de la propia sociedad. No solo respecto a los hijos adoptados, sino también respecto a los hijos biológicos. Nos hacemos unas ideas tan fabulosas de lo que tienen que ser nuestros hijos que cuando llega el momento de conocer a nuestros pequeñuelos; queremos que sean como eran en nuestros sueños y se nos olvida que cada uno tenemos nuestra propia personalidad y nuestra manera de ver y de hacer las cosas.

Para mí es muy importante, antes de que cualquier familia llegue al límite de plantearse el abandono de su hijo adoptado, pedir ayuda. No es nada malo reconocer que estamos agobiados por la situación y tratar entre todos los implicados de retomar el buen camino, al parecer no es tan extraño que las familias adoptivas se vean sobrepasadas por la situación, entonces ¿por qué esconderlo o avergonzarnos? Si dejamos que la situación se deteriore mucho tal vez no tenga remedio.

Las comunidades autónomas disponen de trabajadores sociales y psicólogos que nos pueden ayudar en el camino de la adopción, que no termina ni mucho menos cuando llegamos a casa con nuestros hijos, no ha hecho nada más que empezar.Utilicemos todos los recursos a nuestro alcance antes de que un solo niño tenga que volver a vivir la experiencia de verse solo en el mundo.

SARA MARÍA GÓMEZ VIEJO